5 de mayo de 2008

Prólogo

Dije hace unos días que iba a iniciar una serie de entradas temáticas.

Todo vino tras pasar unos pocos días conviviendo con otras personas - que no es que viva en el monte, sino que es distinto vivir en casa de tus padres a tener que cooperar para hacer todas las tareas - en los que me di cuenta de lo fácil que resulta estar con otros cuando no hay problemas y de lo que cambia la cosa cuando toca arrimar el hombro. Que conste que no lo digo por mis 12 compañeros de aventuras, no vaya a ser que un día alguien me ataque con una espada y desaparezca en una nube de humo.

Bromas aparte, de lo que voy a tratar es de expresar como buenamente pueda los aspectos del comportamiento de la gente que hacen imposible una convivencia pacífica.

Difícilmente voy a ser imparcial por la naturaleza del tema, así que si alguien no está de acuerdo o tiene la urgente necesidad de insultarme, está y estará a su disposición el sistema de comentarios y mi dirección de correo.

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