En tres semanas recluido a la fuerza en mi casa gracias a enfermedades amables y cariñosas, he descubierto que:
- La frecuencia con que uno se ducha va disminuyendo según aumenta el tiempo de reclusión.
- Las clases perdidas ni mucho menos se recuperarán o intentarán poner al día en el tiempo que uno tiene que estar en casa.
- El tiempo que uno dedicaría estando sano a ir a clase lo empleará en jugar, ver la tele o cualquier tipo de actividad totalmente improductiva.
- Las enfermedades vienen cuando tienes algún tipo de evento preparado con antelación (véase el curso de Comillas).
- Cuando te pones a tocar la guitarra te entran náuseas. Por suerte, ya no.
- Te preguntas qué has hecho al karma para que te contagies de amigdalitis mientras estás enfermo de (supuesta) mononucleosis.
- Cuando parece que vas mejorando viene otra recaída.
- Siempre es agradable ver cómo se disuelve tu grupo de amigos.
- Llega un momento en que te aburres de aburrirte.
- Intentas ver porno para ver si te anima un poco pero te das cuenta de que no lo hace lo más mínimo.
Putos virus.