13 de mayo de 2008

La Soberbia

Cuántas veces habremos visto a la típica persona que se empeña en quedar por encima de los demás, que da la impresión de que lo único bueno es lo que él (o ella, por eso de la corrección política) hace mientras que los demás o no tienen ni puta idea -hablando mal y pronto- o no se pueden comparar con su enorme ego habilidad:
- En realidad lo estás haciendo mal.
- No te molestes en hacerlo, con tu nivel no lo vas a conseguir.
- Estás perdiendo el tiempo.
- No hagas así, haz así. (Ésta es la mejor frase, porque si dices "vale" y haces como que cambias no se dan cuenta de que no has cambiado nada)
Lo más curioso del tema es que suele ser gente mediocre en aquello que se echan flores; es difícil encontrar a alguien experto en lo que sea que vaya restregándolo: ¿qué más le da si ya domina? Claro que esto no es evidente en primera instancia, te das cuenta de ello tras observarlo durante un tiempo y -lo más importante- sólo si quieres verlo.
Entonces, ¿cuál es la motivación para sistemáticamente tratar de quedar por encima de los demás y echar por tierra lo que hagan? ¿No les hacían caso su papá y su mamá cuando eran niños? ¿Necesitan compensar su complejo de inferioridad? ¿Saben que realmente son unos paquetes e intentan engañar para quedar bien? O simplemente tienen un ego tan grande que necesitan alimentarlo con toneladas y toneladas de prepotencia.

Una cosa es huir de la -falsa- modestia, y otra cosa es caer en la arrogancia.

Lista de entregas:
  • La Soberbia

11 comentarios:

Elía dijo...

Miguel, no te sigas esforzando en escribir en el blog. Con tu nivel, jamás llegarás a escribir entradas de nivel

Morgana Majere dijo...

Yo tengo diversas teorías dependiendo de las personas. Estoy de acuerdo en lo de que no les hacían caso en su casa, pero eso suele traducirse en necesitar llamar la atención, sea como sea. Y no suelen tener alta autoestima. Pero también estoy de acuerdo con lo del ego. Es un monstruo cabrón al que hace falta alimentar. Lo mejor es darle galletas, así se queda contento. Pero de las integrales, que si engorda demasiado, luego se le suben los humos y, claro, a ver cómo lo dominas.

P.D.: a mí sí me parece que tienes entradas de nivel. Sólo cojea un poquito en redacción, yo haría las frases de otra forma, pero es deformación profesional mía, que soy de letras :P

Morgana Majere dijo...
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Mig dijo...

Me parece que Elía estaba en modo sarcástico. Y a ver si mueves tu blog, que está al borde de la muerte.

Sobre lo de la redacción hago lo que puedo, pero entre prácticas y trabajos - y tocarme las narices - no tengo casi tiempo para leer; debería dedicar algo del tiempo que gasto en el ordenador (¡sacrilegio! xD).

Mig dijo...

Por cierto, quería haber puesto complejo de inferioridad, ahora lo corrijo

Cabeza que piensa dijo...

Puede ser que se diagnostique incorrectamente la soberbia y realmente se podria dar el caso del perfeccionismo neurotico que critica todo en busca de lo mejor.

Menelmakar dijo...

Totalmente de acuerdo con la entrada. De todos modos a veces es complicado separar orgullo de soberbia, se podría hablar sobre ello... porque aunque los extremos y la definición están perfectamente claros, la línea puede ser algo difusa. Al menos con ciertos tipos de soberbia.

Morgana Majere dijo...

Hago lo que puedo con mi blog ^^ Pero ahora estoy con los finales. Este finde que tengo tiempo y estoy creativa a ver si sigo.
Y de lo del tiempo del ordenador (que es sagrado :P), lee en internet :P Hay un montón de corpus literarios en internet. Cuentos tradicionales rusos, que están bien, libros, etc... Además, nos contaron las versiones suavizadas. ¿Sabías que la hermanastra de Cenicienta se corta los dedos de los pies para que la quepa el pie en el zapato? ^^ jejejeje....

Morgana Majere dijo...
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Morgana Majere dijo...

Joder, soy retrasada. Por impaciente he publicado dos veces los post duplicados, y me toca borrarlos.. '¬¬ En fin...

Mig dijo...

Morgana: Vaya, realmente quería abroncar a Elía y no a tí por la dejadez de su blog. Eso me pasa por dormir poco xD

Cabeza que piensa: la soberbia y el ultra-perfeccionismo tienen distinto matiz: la soberbia pretende quedar por encima desprestigiando a los demás; el perfeccionismo lo busca superándose a uno mismo.

Menelmakar: Tienes razón, pero yo más bien creo que la soberbia es una versión desviada del orgullo, así como la temeridad lo es de la valentía. El orgullo no tiene por qué necesitar de terceras personas para hacer su efecto; la soberbia siempre.