6 de mayo de 2008

Al fin

Pues resulta que al final el problema de la conexión no era de Telefónica, sino de mi router, que está senil y dijo que por sus cojones que no dejaba pasar un bit más, que ya está harto de rojos separatistas. Un viaje y unos cuantos euros después, hay uno nuevo sirviéndome como es debido.

Así que en cuanto encuentre el momento continuaré con la actividad habitual.

Por cierto, que los operarios de Telefónica - al menos los que me han tocado - son bastante eficientes, eso lo tengo que admitir. Algo bueno tenía que tener al operador que más te sabla.