Pues resulta que al final el problema de la conexión no era de Telefónica, sino de mi router, que está senil y dijo que por sus cojones que no dejaba pasar un bit más, que ya está harto de rojos separatistas. Un viaje y unos cuantos euros después, hay uno nuevo sirviéndome como es debido.
Así que en cuanto encuentre el momento continuaré con la actividad habitual.
Por cierto, que los operarios de Telefónica - al menos los que me han tocado - son bastante eficientes, eso lo tengo que admitir. Algo bueno tenía que tener al operador que más te sabla.
La práctica (palo palito paloé)
Hace 9 horas
1 comentario:
coliflor
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