30 de julio de 2009

¿Será posible?

¿Me habré quedado sin nada que decir? ¿Se habrán evaporado mis ideas o simplemente la necesidad de comunicarlas? ¿Puede una persona darse cuenta de que, de un tiempo a esta parte, lo está haciendo todo mal? ¿Es el estado de ánimo una entidad tan inestable como parece? ¿Me habré dejado la puerta del garaje abierta?