25 de octubre de 2007

No me imaginaba el futuro así

Seguro que todos habéis visto alguna película o videojuego que trate sobre el futuro; lo curioso del asunto es ver cómo su visión del futuro se aleja radicalmente de la realidad según nos acercamos a la hipotética fecha en la que se ambientan. El ejemplo más obvio: 2001: Una Odisea del Espacio. Trata de una expedición a Júpiter, y por el camino el ordenador de a bordo (el famoso HAL9000) se rebela. Bien, estamos ya en 2007; ¿dónde están las naves interplanetarias? ¿La videollamada de alta calidad? Y lo mejor de todo: ¿inteligencia artificial pura?

De todas maneras, hay que tener en cuenta que la película se estrenó en el año 1968, por aquel entonces debían de pensar que en el año 2000 habría coches voladores. Según pasan los años, la ambientación va cambiando. Por ejemplo, en las películas de los 80 se ven muchas pantallas por todas partes, trajes horteras plateados, etc. Un poco cutre si lo pensamos, ¿quién quiere una pantalla CRT tradicional si tiene una TFT o de plasma?

Aún estando en los 80, siguen siendo bastante optimistas respecto a la tecnología, pues suelen situar la acción en el 2020 o por ahí; por ejemplo, Blade Runner, ambientada en el 2019, con coches voladores, megalópolis, androides casi perfectos... que no tienen pinta de aparecer de aquí a 12 años.

Blade Runner

Mención aparte merecen los ordenadores: no deja de resultar curioso ver cómo imaginaban que serían armatostes gigantes repletos de luces parpadeantes y pantallas minúsculas; supongo que pensarían que serían igual que los de su época, pero más grandes, ¿no?
En las películas de Ciencia Ficción más recientes, se suelen usar pantallas táctiles ultra-finas, gráficos 3-D en las mismas y una interfaz más simple (sin tanta botonera).

El mejor ejemplo para ver esto es Star Wars; la primera película de la saga se estrenó en 1977, y podemos ver que en la estrella de la muerte tienen los citados buques de ordenadores con gráficos que hacen daño a la vista. Da un poco de pena que una estación espacial capaz de destruir planetas tenga que gobernarse por un sistema en modo consola, palancas y botones, ¿no? Sin embargo, lo verdaderamente curioso del asunto es que pasados 22 años y estrenarse el Episodio I y subsiguientes, los ordenadores son increíblemente más avanzados, con pantallas táctiles y toda la pesca, ¡y eso que se sitúa cronológicamente antes que la película del 77! Llega hasta el punto de que, en el Episodio III, repleto de ordenadores über-avanzados, en la escena final donde Vader toma el mando de un Destructor Estelar, ¡¡los ordenadores vuelven a ser prehistóricos!! Paradojas de la vida.

Me pregunto qué pensaremos de las películas de ahora dentro de 30-40 años...

20 de octubre de 2007

Biba Hespaña

Da gusto ver a los amantes de la patria salir a la calle, expresando su amor por la misma, con sus trapos de colores y sus pollos estampados...


14 de octubre de 2007

La paradoja de las conversaciones

Es curioso observar cómo actúa la gente cuando se trata de interactuar socialmente. Es un mundo de medias verdades y acciones previamente calculadas para extraer el máximo beneficio de cada situación; más aún cuando se trata de sacar satisfacción directa.

Un hecho que me ha llamado la atención recientemente es lo relativo a las conversaciones, ya bien orales o escritas. Cuando la gente se reúne con su grupo de amigos digamos "tradicional", lo que busca es divertirse, y cuando está trabajando o en clase con sus compañeros busca distraerse del cansancio o el aburrimiento que eso supone. Esto quiere decir que los temas de conversación que van a surgir son puramente circunstanciales o anecdóticos, del tipo "el otro día hice...", o "he visto en la tele|internet|periódico que...". Esto en principio no es malo; sólo cuando es la norma general (ya lo comentaré en posteriores entradas). Lo chocante (y el tema central de esta entrada) es que los hay (en su mayoría gente que se las da de intelectuales) que dicen gustarles una "conversación profunda".

Esto es, sin lugar a dudas, falso; quien afirma eso sólo tiene esas "profundas" conversaciones con sus amigos/as más cercanos, y suelen tratar de desequilibrios emocionales. Tema aparte se merece el mésenller: se conoce que la gente se siente más inclinada a confesar sus pensamientos, que como he dicho antes se componen de sus desequilibrios emocionales mal organizados y peor expresados. Esto lo que provoca es que una persona cuente su vida sin contemplaciones a otra y ésta última tenga que aguantar la parrafada, algunas veces porque realmente le interesa o empatiza con el emisor, otras muchas por simple cortesía. También se da el caso de que el agraciado con el sermón lo soporta sólo por aumentar la posibilidad de encuentro sexual con la otra (normalmente suele ser en esa dirección). Salvo que estés de verdad interesado en lo que te cuenten, ésta última opción es la que veo más útil, pero como se suele decir hay gente pa tó.

Además, la gente se cree que una "conversación profunda" es soltar sus paranoias tal y como salen. Es lógico, pues los desequilibrios emocionales es difícil que se reflejen en textos o diálogos estructurados. Sin embargo, hay vida más allá del "mi vida es una mierda" o del "odio el mundo"; y digo esto porque esas dos frases (entre otras muchas) suelen venir casi exclusivamente cuando les ha dejado su novio/a o cosas por el estilo, y ciertamente hay muchas otras cosas de las que hablar. Lo único que cuando intentas sacar otros temas (véase ciencia, política, sociedad, lo que te de la gana menos el anecdotario sentimentaloide de siempre) reaccionan bastante mal.

Mi impresión es que todo surge porque pensar le da miedo a la gente; es decir, si les incitas a pensar llegará el momento en que analicen su vida, y lo que vean no les resultará en absoluto agradable.

4 de octubre de 2007

Nuevo material

Nuevo curso, nuevas series, podríamos decir. Además, las horas muertas se pasan mucho más lentas sin nuevas series, a menos que tengas un buen juego al que viciarte (veremos cómo anda el proyecto de Lineage II). Si dejamos atrás "The 4400" (las cuatro temporadas), "Dexter" (la primera temporada, muy recomendable) y "Monty Python's Flying Circus", las cuales estuve exprimiendo este verano, llega una nueva carretada de material:

  • Dexter: En este caso, la segunda temporada. Empecé la primera por la recomendación del blogger de El País Hernán Casciari en su blog Espoiler sobre televisión; con frecuencia me paso por ahí para leer sus recomendaciones, de lo mejor que he visto hasta ahora. La serie trata sobre un criminalista especializado en sangre, que por un trauma infantil se convirtió en asesino en serie. Su padre supo cogerlo a tiempo y le enseñó unas reglas para que no acabara en la cárcel. Engancha desde el primer momento, veremos la segunda temporada, que promete.
  • Battlestar Galactica: Típica serie de geek de ciencia ficción, trata sobre un hipotético futuro en el que las colonias humanas son atacadas por una "raza" de robots (que los humanos crearon), llegando hasta el punto de que la raza humana es exterminada, salvo unos pocos que se salvaron en la Galactica, una nave de batalla que sobrevivió al ataque inicial. Su misión es buscar la colonia perdida: la Tierra. Todo muy friki y tal, como a mí me gusta.
  • 24: A estas alturas, poca gente desconoce esta serie (ya se llegan por la 6ª temporada), pero por si acaso alguien no la ha visto, su argumento es bien simple: surge una amenaza contra la seguridad de EE.UU. y la UAT (Unidad AntiTerrorista, entidad ficticia) debe combatirla contrarreloj. La principal característica de esta serie es que transcurre en tiempo real, cada uno de los 24 capítulos abarca una hora de la trama. Esto proporciona a la serie un ritmo frenético.
  • Heroes: Como ya comenté en su momento, la finale de la primera temporada deja abierta la conexión con la segunda; sin embargo, ésta no tiene nada que ver con la anterior, se centra más bien en la vida corriente de los protagonistas (por lo que he podido ver). Dada la decepción que me provocó el final de la primera temporada, no tengo muchas esperanzas en la siguiente, pero habrá que verla antes de hablar.
  • CSI: Las Vegas: Ésta es otra de las recomendaciones de Espoiler, en concreto la 7ª temporada. En ella, aparte de los típicos capítulos aislados, existe una trama que articula varios de ellos y sobresale por encima de todas: el asesino de la miniatura. En varios crímenes aparece una miniatura a escala cerca del cuerpo en la que está detallada perfectamente la misma. Está bien para ver en momentos aislados por la propia naturaleza de la serie.
  • Me Llamo Earl: Gran comedia donde las haya, cuenta las aventuras de Earl en su búsqueda por restaurar su karma, enmendando las malas acciones que anotó en su Lista tras ser atropellado por un coche tras ganar la lotería. A ver si termino de bajarme la segunda temporada, que lleva meses pendiente.
  • The IT Crowd: Comedia inglesa enorme, sobre la vida de dos geeks que trabajan en una empresa en el departamento de informática (IT - Information Technologies). Ya se sabe que la cabra siempre tira al monte, así que era de esperar que a un servidor le fascinara una serie como ésta, estudiando lo que estudia.
  • Weeds: Había leído sobre ella en Espoiler, pero después de ver éste vídeo...

    me he decidido a bajármela. Al parecer es una comedia sobre una familia que pierde al padre, y la madre se ve obligada a vender marihuana (weed = hierba). No tiene mala pinta.
Y hasta aquí lo que tengo planeado ver, que me parece que ya es más que suficiente, teniendo en cuenta el montón de trabajo que se me viene encima este año...

3 de octubre de 2007

Fulas por doquier

Me resulta muy gracioso el que ahora haya coches que se anuncian como "ecológicos". Pero vamos a ver, ¿qué tiene de ecológico un aparato que emite todo tipo de gases contaminantes porque utiliza combustibles derivados del petróleo para alimentar sus ineficientes motores? La desfachatez de las compañías no tiene límite, da igual con lo que se mienta si al final se consigue vender. Lo pagaremos en el futuro, cuando el ambiente se vaya a tomar por saco.

Lo que pretenden es que nos creamos cada palabra que dicen; nuestra misión es pensar antes de aceptarlas, eso les debilita.

En Noruega ya se ha prohibido que se anuncien los coches como "ecológicos", "limpios" o "verdes", porque obviamente no son ninguna de las tres cosas.