26 de septiembre de 2008

Queja

- Hola, buenos días.
- Buenos días.
- Verá, es que quería presentar una queja formal sobre mi puesto de trabajo.
- ¿Y cómo es eso?
- Pues la cosa es que yo fui contratado por Diablo para ser uno de sus sirvientes esqueléticos, pero considero que el puesto que me asignaron sus acólitos atenta contra mi dignidad como guerrero esqueleto.
- ¿Cuál es ese puesto?
- Me toca esperar dentro de un barril a que uno de los llamados "héroes" que van a intentar acabar con mi jefe lo abra y entonces atacarle para, con suerte, matarle. Pero claro, en ningún lado te dicen el límite de tiempo que tienes que esperar; y en mi caso, al no estar legalmente vivo, se puede extender indefinidamente. Que llevo unos trescientos cuarenta años esperando y después de mucho pelearme con mis superiores me han dado un día de permiso para venir aquí. Tengo ahora mismo puestas las rótulas de emergencia porque las buenas se me habían llenado de moho por culpa de las malditas mazmorras a las que me meten a trabajar. Y eso sin contar con el aburrimiento que supone estar ahí sentado sin hacer nada, sin poder salir a dar un paseo ni luchar normal junto a mis compañeros: ya van siete veces que viene un terrorista de ésos a por mi jefe, acaba con varios de mis compañeros y se va sin tan siquiera acercarse a mi inocente barrilete.
- No sé si podré hacer algo, en su contrato está bien claro que es de duración indefinida dependiente de la situación... Lo más que puedo hacer es pedir una rotación de plazas para que no esté siempre en el mismo sitio.
- Vamos a ver, ¿no se da cuenta de que lo único que puedo ver son las puñeteras paredes de dentro del barril? ¡Que es que tengo ganas de que venga alguien y me mate de una vez! Al menos así igual tengo suerte y la siguiente invocación me toca de arquero o guerrero normal, que ésos se lo pasan en grande.
- Pues no sé, ya le digo que desde aquí no puedo...
- ¡Claro que no puede! ¡Jodidos burócratas de los huevos, os tiraba una bola de fuego a todos! ¡Siempre con la misma chorrada de "yo no puedo"! ¡Y encima el puto sindicato óseo pasando del tema! Está claro que les han untado, malditos magos de las pelotas... ¡Esto no va a quedar aquí! ¡Llevaré a Diablo a los tribunales o moriré en el intento!


Días más tarde...

Sección de esquelas del periódico "El Heraldo de Harrogath"
- Fallecido Billy Calcios, esqueleto guerrero, después de que un druida golpeara un barril con explosivos situado al lado del que le ocultaba.
Esto es lo que tiene jugar en exceso al Diablo II.

3 comentarios:

Cardivonius dijo...

jajajaja, no está mal
:D es bueno

Menelmakar dijo...

Pero cómo te ha dado por ahí alma de pollo... Que luego pasan estas cosas joer. Aunque he de reconocer que tiene su gracia.

Anónimo dijo...

A ver, es diosísimo, vosotros porque no jugáis con nosotros y no lo entendéis, pero el cachondeo de los esqueletos en los barriles es mítico.

(Soy Félix)