1 de agosto de 2007

Trabajar no mola nada

Y menos aún si te toca estar levantando pesos todo el rato y perfumándote con azufre líquido, manda cojones. Al final te acaba entrando un poco de complejo de Sísifo, ya sabéis, el hombre aquél que estaba condenado a un trabajo infinito subiendo una roca a lo alto de una montaña que siempre se le caía cuesta abajo.

Sin embargo, he podido dilapidar el dinero en un caro a la par que entretenido artefacto, así que si encuentro un rato pondré aquí mis impresiones.

No hay comentarios: