En tres semanas recluido a la fuerza en mi casa gracias a enfermedades amables y cariñosas, he descubierto que:
- La frecuencia con que uno se ducha va disminuyendo según aumenta el tiempo de reclusión.
- Las clases perdidas ni mucho menos se recuperarán o intentarán poner al día en el tiempo que uno tiene que estar en casa.
- El tiempo que uno dedicaría estando sano a ir a clase lo empleará en jugar, ver la tele o cualquier tipo de actividad totalmente improductiva.
- Las enfermedades vienen cuando tienes algún tipo de evento preparado con antelación (véase el curso de Comillas).
- Cuando te pones a tocar la guitarra te entran náuseas. Por suerte, ya no.
- Te preguntas qué has hecho al karma para que te contagies de amigdalitis mientras estás enfermo de (supuesta) mononucleosis.
- Cuando parece que vas mejorando viene otra recaída.
- Siempre es agradable ver cómo se disuelve tu grupo de amigos.
- Llega un momento en que te aburres de aburrirte.
- Intentas ver porno para ver si te anima un poco pero te das cuenta de que no lo hace lo más mínimo.
Putos virus.
5 comentarios:
Lo importante siempre queda, incluso dentro de una burbuja... La tuya al menos es temporal. :)
Cierto es, aunque siempre hay miles de burbujas flotando por la vida xD
De todas formas, Bart nos enseñó una cosa. No te tires pedos dentro de una burbuja. Puedes imaginarte por qué...
un abrazoteee. esta semana pasamos a vertee!!! comillas no fue lo mismo sin ti. te guardamos el sitio en el tatami. recuperateeeeee!!!!
Tío, no digas esas cosas que me sonrojo xD
Publicar un comentario