18 de agosto de 2008

Siempre hay una razón detrás

El concepto de un blog se basa en la continuidad. Es decir, en aportar regularmente material nuevo. De no hacerlo, normalmente el interés ajeno va a decaer, lo mismo que las ganas de escribir. Es curioso que a veces haya que forzarse para que entren ganas de algo, ¿no?

No estoy tratando de justificarme por haber estado 12 días de ausencia, a pesar de que ése sea un tema corriente por los blogs de tiraos como yo. Es lo que tiene estar en el pueblo sin internet. De hecho, estar desconectado del mundo cuando durante el resto del año estás a un click de alcance de cualquiera es una experiencia trascendente, una curiosa liberación de la rutina.

Aún hay más...
Cuando no tienes un ordenador para jugar, ni ninguna película/serie que ver y no aguantas lo que echan por televisión pues te queda bastante tiempo libre para divagar impunemente. Yo lo veo como una fase de asentamiento, organizar las ideas que flotan por la cabeza. Más que nada porque me apetecía buscar algo sobre lo que escribir. Y llegué a la conclusión de que quizá debía escribir sobre por qué escribo.

Lo verdad es que escribir en un lugar de acceso público es algo liberador, en cierto modo: da la posibilidad de expresar algo que en circunstancias normales no encontrará ocasión de surgir en una conversación estándar. Todo el mundo tiene muchas preocupaciones y lo último que quiere es pensar, darse cuenta de lo patético de su existencia y lamentarse por ello. Quizá sería más útil afrontarlo; quizá la respuesta no sea huir.

Si tuviera que definir lo que escribo, probablemente diría que sirve de válvula de escape. Últimamente, al menos; en las primeras incursiones en esto del blogueo pensaba hablar de todo un poco. En embargo, la tendencia se ha estabilizado progresivamente a vomitar periódicamente pedazos de odio social, imagino que ya que en persona no lo digo, por algún lado tendrían que salir (de ahí lo de válvula de escape). Esto no quiere decir que odie al mundo a priori, con frecuencia puedo encontrar ejemplos de grandes personas - que normalmente reciben menos de lo que deberían - pero, como en todo, los ejemplos negativos suelen pesar más que los positivos.

Creo que la clave de que siga escribiendo está en que al colgar tus pensamientos en internet te da la sensación de que eres escuchado. Posiblemente sea algo hipócrita, con esto de ser de una manera escribiendo y de otra en persona. Sigo trabajando en ello.

Lo que sí que me gustaría es escribir algo de verdad - el formato de historia corta siempre me ha parecido interesante, supongo que haber leído tanta ciencia-ficción influye -, pero (aún) no me he encontrado con ganas para organizar una mínima idea. Lo dejaré en asuntos pendientes.

Una última cosa: tampoco es que este tipo de entradas me apasionen - lo de contar mi vida nunca fue mi fuerte - pero sirve como nexo entre el resto. Al menos, eso pienso yo. Y como el resto de ellas, está abierta a comentarios y a posibles debates.

2 comentarios:

Morgana Majere dijo...

A veces, sólo a veces, surge la oportunidad de expresar estas cosas en persona, de hablar con los demás y contar lo que piensas. Y a veces, y sólo a veces, encuentras que hay más gente que piensa como tú. Pero muchas veces más te darás cuenta de que no es más que una postura social. ¿Vomitar odio y válvula de escape? Sí, y encontrar gente como tú también. Ánimo, algún día lo harás.

Fdo: un rubio ejemplo negativo ;)

Rod dijo...

Cierto es que en parte sirve de valvula si consideras suficiente la gente que te lee o que por lo menos lo lee alguien y no como le pasa a "un amigo mio".

Aun recuerdo aquella conversacion tras unas jodiendas en la que miguela, tu, no se si alguien mas, y yo discutiamos sobre si creiamos en dios.
O esas discusiones sobre el avance de la tecnologia y la IA de los robots con Ñ, o aquella vez de "los sentimientos de los animales".

Es triste pero solo muy de vez en cuando se puede llegar a contar este tipo de inquietudes en vivo y en directo y muy pocos los aptos para ello...